Enamorarse está bien. Las endorfinas aumentan y vas todo el día como si te hubiesen pinchado una extra dosis de optimismo. Es bonito. Te pones las gafas de verlo todo rosa y lanzas tus propuestas al aire sin necesidad que nadie las apruebe sin necesidad que nadie te apruebe. Simplemente eres feliz.
Cuando hablamos de enamorarse no es necesario que sea de alguien, puede ser de algo, puede ser también de ti, puedes enamorarte de la vida, de la pasión, puedes enamorarte del arte, del viajar, del sol, de la montaña o del mar o de todo y de nada a la vez.
Lo que si está claro es que no podrás evitar rendirte al amor de uno de nuestros Kimonos, porque en San Valentín el amor a lo natural y el demostrar ese amor a lo natural es uno. ¿Te atreves a enamorarte?